top of page
  • Pata Caliente Radio Kriminal

Encuentros inesperados. Cuento corto de un viajero en bicicleta con la Ganja.

Era una mañana gris del 2019, comenzaba el día pedaleando con Sabrina, mi ex compañera; estabamos rumbo para un pueblo de historias de vientos que cantan.

Un día más y yo (Santiago), sin probar un porrito delicioso... ni uno feo... Era una carretera grande de 4 carriles y llena de carros. Habíamos pasado un peaje y la contaminación del lugar se sentía en el ambiente al respirar.


Paramos cerca de un puesto de frutas para desayunar, nos esperaba un día de intenso pedaleo (70 kilometros en la cordillera de los Andes Peruanos).

Después de comer unas bananas y unas mangos, emprendimos camino hacia nuestro destino.


Yo iba en frente, mi bicicleta estaba cargada con toda mi casa: tenía mi bolsa de dormir, la carpa, 2 que 3 pantalones, la misma cantidad de camisas y varios miles de kilómetros de sueños por cumplir.


Al mirar al otro lado de la carretera, vi un joven de unos 17 años que hizo unas señas para mi (los dedos cerca de la boca como si tuviera un porro). Yo quedé mirando las señas y enseguida contesté sus señas con um movimento sutil de cabeza, como diciendo “vamos”. Él sonrió y cruzó la carretera hacia nuestro encuentro inesperado.



Joven desconocido: Hola amigo cómo están? Parece que llevan bastantes cosas en sus bicicletas, para dónde van?


Santiago. Y ahí brother, todo bien, estamos rumbo para Huaraz.


Joven desconocido: Y están todo en bicicleta??


Santiago y Sabrina: claroffff, qué es????


Joven desconocido: Juas, Juas, vamos a fumar un porrito para relajar “kawsay”

Santiago: yo no tengo nada mi Hermano, seco como el desierto.


Joven desconocido: tranquilo mi llave, yo estoy invitando...


Santiago: Entonces vamos, dónde pe?


Joven desconocido: Vamos más enfrente, que, por aquí hay muchos cerdos (varios policías).


Cuando volvi a ver a Sabrina, ella tenia un semblante de desconfianza, mas despues de caminar un poco con el joven amigo, se tranquilizó. Despues de vários metros de caminata, el joven desconocido se presentó, soy Carlos, estaba hiendo para el colégio, pero cuando me di cuenta, ya era tardesote y decidí no ir más. Por buena suerte suya.


Santiago: jaja, que suerte mismo, com las ganas de fumar que tengo, una bestia...

Mientras estábamos fumando, nos presentamos y agradecí por el salve del día, pregunté si sabía dónde comprar un poco de “Santa María” y él sonriente me contestó que un amigo de él estaba vendiendo, nos invitó a ir con él.


Santiago: y... donde mismo que vive tu pana?


Carlos: Vive unos kilómetros más enfrente, y de ahi para la izquierda. No está lejos, vamos?


Santiago: vamos de una. Y ahi, te llevo en la bicicleta? o vamos caminando?


Carlos: no pe.., mejor me subo en la bici, y vamos de una.


Santiago: de una mariluna, entonces, suba a la nave.


Después de eso me sentí en una de esas circunstancias que parecen que solo sucede en películas, más, en la vida real también pasa.


Yo Santiago, viajando com mi bicicleta llena de maletas e instrumentos, estaba llevando a um joven de “17 años” en busca de su amigo vendedor de flores “chapadaso hasta las patas”, conversando con Carlos, quien se reía mucho ante la situación.


Después de un par de kilómetros por la carretera, Carlos me pidió curvar a mano izquierda y después de eso, nos llevó por un pequeño poblado,


Carlos: derecha, después al fin de la cuadra izquierda, luego otra vez derecha y finalmente izquierda y fondo.


Santiago: parece que estamos entrando en un zig zag sin salida.


Carlos: eso mismo, para aquí, la casa de mi pana es la del fondo. Voy a timbrar la casa, espérame.


Carlos entró en la casa, esperamos ahí por unos minutos y después él saco la cabeza por la puerta y nos invitó a entrar.


Carlos: vamos a entrar, mi brother está en la casa tranquilazo, pueden dejar las bicis aquí (me mostró un patio grande cerca del departamento de quién nos iba a vender)


Descarga el manual, click.

Hola, soy Luis. Me saludo el “brujo” (Sabrina estaba un poco nerviosa)


Luis era un joven de 22 años de edad, ambicioso (en el buen sentido) y con varios sueños para cumplir. Nos invitó a sentar, y después de eso saco un frasco mágico ... Unas flores de chuparse los dedos, flores de excelente calidad. Yo casi que ni creía lo que estaba viendo.


Enroló un porrazo y nos pusimos a fumar, empezamos a conversar, reír. Luis nos compartió sus sueños y nosotros le contamos de nuestro de viajar en bicicleta y conocer sudamérica.


Despues del porrazo y la conversa, la Sabri quedo tranquilita y chapadota (bien elevada). Yo, aproveche las circuntancias de la planta y fui directo al asunto.


Santiago: y... Luis, y como mismo que es la vuelta por aquí?


Luis: (abrió el armario, tenía un montón de Ganja colgada para vender, no era de la misma calidad de la que habiamos fumado, pero eran flores bastantes buenas, abiertas y no el clássico prensadazo de contrabando) Cuánto mismo va a querer?


Santiago: Dame 25 entonces (para ver cuál era la cantidad). Yo casi que no podia creer cuanta ganja me podian dar por 25 soles. Luis al parecer gustó mucho de nosotros y apoyo en la venta. Yo solo agradecí por tanta bondad.


Nos sentamos un poco más y Luis nos contó que quería plata para cumplir sus sueños y por eso vendía weed, también tenía unos gallos de pelea (en ese pueblo la gente ganaba mucha plata poniendo sus gallos a pelear)


Luis: ustedes vieron alguna vez pelea de gallos?

Santiago: la plena, la plena que no (nunca había visto pelear)

Sabrina: no vi nunca y ni se si quiero ver alguna vez.

Luis: quieren ver?


Sabrina y Santiago; (nos quedamos viendo) no, no, no gracias, la verdad no gustábamos de ver animales luchar y menos por plata.


Luis: tranquilos esta vez no es por plata, tengo unos guantes de box para mis gallos, para que no se maltraten, vamos que ustedes van a gustar.


Acto seguido Luis colocaba los guantes de box en los dos gallos.


Nuestro trabajo es en DDHH


El ring, era el patio trasero de la casa de Luis, los contricantes, cresta rojo, y garras de oro. Soltó a gallo rojo en el patio. (Por unos instantes yo pense que Luis iba a provocar a cresta roja contra garras de oro, mas no se dio así). Luis solo dejo a garras de oro cerca de cresta roja, y comenzó la pelea (parecía que tenían bronca de otros tiempos).


La habilidade de pelea de los gallos era algo increíble, casi que no podia creer la técnica que tenían los gallos al confrontarse. Derecha, izquierda, cabeza abajo, izquierda, derecha, quiebre de cintura y patazo en la cresta.


Fue 3 minutos de pelea, y los dos gallos querían que no paracen la pelea (solo les faltaba hablar, para putearse).. fue 3 minutos entretenidos y sorprendentes, con guantes de box para gallos, en donde cresta roja dió unos buenos cabezasos, mas recibio unos buenos patazos tambien, para mi fue un empate, sin sangre, ni sufrimiento de ningun gallo.


Cerca de salir, Sabrina mostro a Luis unas pipas que estabamos vendendo para sostener el viaje (1 año viajando de bicicleta). Luis gusto mucho de una y quiso comprarla. Yo le ofrecí el combo mágico: pipa, una focha, y unos cueros. Todo eso por 50 soles. Luis sonrió y negocio el precio, le dejamos en 40 soles


Al salir de casa de Luis, agradecimos a Carlos por todo y le dimos unas flores para festejar la vida. Sabrina y yo seguimos nuestro viaje, encantados con la magia en nuestro eterno presente.


Así, los soñadores del misterio contemplando la salida del sol, consagra el instante, agradeciendo al viento por su aliento, abriendo la posibilidad de soñar y co-crear la realidade en un acto consciente del sol universal.


Santiago Borja

Kitu Tambo Vivero Cultural

Pata Caliente Radio

Perros Sin Cadena


Escucha las entrevistas, dale click




95 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page